Fernando Riera Giner
Secretario de Organización PSPV-PSOE Sant Vicent del Raspeig
Oigo con expectación como el Gobierno va a introducir, después de eliminar la asignatura de Educación para la Ciudadanía, los contenidos de igualdad de género en asignaturas de Primaria, y me parece bien que se introduzcan (no tenían que haberse eliminado). Todo ello relacionado con la lacra que está suponiendo el asesinato de mujeres a manos de parejas maltratadoras, y ante la alarma social que esto supone.
Lo increíble es que se eliminara Educación para la Ciudadanía, cuya base era que todos los ciudadanos somos iguales independientemente de nuestra condición social, religiosa, cultural o sexual, y que lo fundamental es el respeto mutuo (el PP y la jerarquía católica española consideraron esto adoctrinamiento ideológico), y ahora nos damos cuenta que se tiene que mantener para evitar en un futuro la violencia machista que tanto daño nos hace a toda la sociedad.
No se cuantas muertes o maltratos homófobos, suicidios de adolescentes por mobing en el ámbito escolar por culpa de su sexualidad…, harán falta para que se comprenda por parte de la derecha que nos gobierna que todos los ciudadanos somos iguales, y que un niño puede ser cuidado igual en una pareja heterosexual, en una homosexual o en una familia monoparental.
Pero claro, esta derecha que nos gobierna, si, el Partido Popular que es derecha pura y dura, y no solo es heredero de la ideología predominante en la dictadura, sino que encima el PP se proclama heredera del nacional-catolicismo más rancio que podemos recordar. Quien no recuerda en su pueblo a la mujer maltratada que iba a la iglesia y se confesaba, y el cura aún le decía que estaba provocando al marido maltratador y que aun podía darle “gracias al Señor” porque traía el sueldo a casa para dar de comer a los hijos. Quien no recuerda los comentarios, ante una mujer asesinada a manos de su esposo, de una sociedad que encima le echaba la culpa a la maltratada (“algo le habrá hecho al marido…”, se llegaba a decir en su entorno…)
El problema, a parte de violencia de género, de discriminación por tendencia sexual, razón de sexo o raza…, es que en el modelo de sociedad que están creando, sin que la sociedad civil nos demos cuenta, es un modelo en que va a estudiar quien pueda pagarlo, ya que la educación, clave en la libertad crítica del individuo, va a estar relegada a la clase dirigente, de tal forma que los dirigentes tengan súbditos que callemos a todo, y en que la resignación, si es cristiana mejor, sea nuestra forma de vivir.
Frente a esta sociedad a que nos quieren relegar, toca ya la rebeldía, rebeldía desde la izquierda, desde la juventud, desde la mujer, desde el diferente…, y toca, toca ya, reclamar nuestros derechos como ciudadanos frente a la derecha que gobierna en Europa y que nos quiere doblegar.
Simplemente recordar que la libertad del individuo hace tiempo que está en juego, y que frenarlo o no, está en nuestras manos. Yo recibí de mis padres una sociedad que era más libre, más justa y con más derechos de los ciudadanos de la que voy a dejar a mis hijos.
Estamos a tiempo.
Seamos ciudadanos, neguémonos a ser súbditos. No dejemos como único camino a nuestros hijos la esclavitud. Peleemos por su LIBERTAD.