Han llegado puntuales a San Vicente en un carruaje tirado por caballos, poco antes del anochecer, con semblantes felices, muy bien engalanados, en una tarde fría. Y seguidamente han comenzado a repartir su magia y fantasía por el centro de la ciudad ante las caras felices y nerviosas de los millares de niñas y niños que junto a padres, abuelos y familiares han abarrotado las calles en este día mágico en el que, según la tradición, todo es posible.
La Cabalgata ha resultado impecable. Tanto en la organización como en el objetivo, que no es otro que hacer felices a los más pequeños y de cumplir las expectativas de éstos al llegar el día que llevan semanas esperando. El desfile ha sido ágil y muy vistoso, “una Cabalgata con un millar de participantes en la que se han entremezclado elementos de fantasía con las tradiciones de nuestro municipio”, ha dicho el presidente de la Comisión Municipal de Fiestas, Saúl Ríos. Muy destacable la labor de los voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de San Vicente que altruistamente se han multiplicado para que todo discurriera con orden.
Un total de 16 carrozas, siete escuelas de danza, tres bandas de música y dos grupos de percusión han participado en un desfile que ha repartido dos mil kilos de caramelos, castañas, bollos, balones y juguetes. La comitiva real ha llegado a su destino, la Plaza de España, pasadas las 21.00 horas, tras recorrer la calle Doctor Fleming, la Plaza de la Santa Faz y la Avenida de la Libertad. Melchor, Gaspar y Baltasar se han empleado a fondo y, tras completar el recorrido, han comenzado a repartir juguetes en la Plaza de España.
“Las tradiciones afianzan y engrandecen las señas de identidad de un municipio, y este primer desfile del año es, sin duda, una de nuestras más preciadas costumbres que perdurará en el tiempo”, ha declarado el alcalde, Jesús Villar. “Estamos muy felices por el entusiasmo de los sanvicenteros y sanvicenteras que han asistido a esta Cabalgata, y muy agradecidos y orgullosos del trabajo de los servicios municipales y de la Comisión Municipal de Fiestas. Hoy es un día para los más pequeños, pero también es el día de los regalos, de la ilusión de satisfacer al otro, de la sorpresa, del detalle, de manifestar lo importante que los otros pueden ser para ti”, ha remarcado el primer edil.
La concejal de Fiestas, Asun París, ha asegurado que vive con mucha intensidad y pasión todos los desfiles festeros de San Vicente, pero “éste tiene algo muy mágico y especial por las emociones y sentimientos que despierta en los más pequeños; resulta impagable apreciar sus caras felicidad, sus sueños, sus nervios y sus expectativas”. París, al igual que el alcalde, ha destacado el “esfuerzo de todas las personas que han participado en los preparativos de la Cabalgata, un trabajo dura meses”. Y ha acentuado la implicación de las entidades festeras del municipio en la Cabalgata, tanto de los Moros y Cristianos como de la Hogueras.
Las niñas y niños han sido los evidentes protagonistas de la noche, pero también han presenciado la Cabalgata muchas personas mayores sin niños, comprobando, quizá, que la magia no es sacar de la chistera lo que no existe, sino crear un clima que permita fluir lo positivo que hay entre las personas, algo que, por lo visto esta noche, ha logrado conseguir el desfile de San Vicente. Y es que “en un día como hoy tenemos que creer que todo es posible. Sólo tenéis que creerlo”, dijo una vez un Rey Mago.