Jesús Villar
Vicesecretario general del PSPV-PSOE Sant Vicent del Raspeig
Se que puede parecer extraño que un hombre se atreva a hablar de igualdad de género o de libertad para decidir sobre la maternidad, y más en el día de la mujer. Pero sí, yo me atrevo, y no como “tutor” (tal cual entiende una parte del PP que debe ser la relación hombre mujer), sino como compañero vital y de especie de todas las mujeres y hombres de este país.
Soy socialista, SÍ, y pienso que la relación entre hombre y mujer debe ser igualitaria, en una relación de pareja debe haber un “compartir” las tareas de la casa, “compartir” la implicación en la educación de los hijos, “compartir” las inquietudes profesionales, de tal manera que no haya ningún tipo de cortapisa para la mujer o para el hombre por hacerse cargo de los hijos, de los mayores…
Desde el PSOE hemos luchado siempre por la libertad de los individuos, para, de una forma reflexiva y sin hacer daño a nadie, cada uno pueda desarrollarse como individuo miembro de una sociedad. No creo en dogmas (ni eclesiales, ni políticos), no creo en imposiciones, y pienso que se está utilizando la crisis de una forma torticera, cuando no programada, para ir quitándonos poco a poco las libertades y derechos que tanto nos han costado conseguir.
Se está recortando de una forma alarmante en Dependencia, cuarto pilar del estado del bienestar que construyó el PSOE en la legislatura 2004-2008 lo cual va a suponer que uno de los miembros de la pareja (muchas veces la mujer) tenga que dejar de trabajar para cuidar al ciudadano dependiente (padre, madre, suegro o suegra, cuando no hijo), y ahora ya no va a tener esta situación ni la protección social (cotización de cara a la jubilación de la mujer que cuida al anciano en casa) que antes tenía.
Se está recortando en Educación y también en becas de comedor, con lo cual se limita el acceso al trabajo a uno de los miembros de la pareja (hay que dar de comer al hijo).
Se está intentando cercenar el derecho de la mujer a decidir sobre su condición de madre o no, haciendo que este derecho esté tutelado por profesionales (médicos, psiquiatras, psicólogos…), pero es más, en caso de que el “no nato” (como dice el ministro Gallardón) tenga algún tipo de malformación o enfermedad que le limite en un futuro, condena a la mujer no ya a ser madre en contra de su voluntad, sino a sufrir el castigo de ver como a su hijo con problemas de salud (o dependiente) no se le da socialmente la ayuda que precisa (ley de dependencia en vías de desaparición), como tiene que pagar todos los medicamentos y como no puede llevar a su hijo al colegio porque no hay personal suficiente para atenderlo.
Nos criticaron que tenga que haber un número mínimo de mujeres en listas electorales, consejos de administración…, y ahora que vayamos a presentar listas paritarias, pero lo haremos convencidos que sin la mujer en todos los ámbitos de decisión esta democracia no tiene sentido, que esta sociedad no lo tiene, y que juntos podemos cambiarlo todo.
Hoy, 8 de marzo, reivindico, junto a miles de mujeres y hombres, el derecho a ser iguales, el derecho a decidir una maternidad y paternidad responsables, el derecho a una educación digna para todos, el derecho a unos servicios sociales justos (no a la caridad o los favores que a otros les gusta más), el derecho a poder manifestar nuestras opiniones con libertad (no a la ley mordaza), el derecho a una educación igualitaria y de calidad para todos los niños (independientemente del poder económico de la familia), el derecho a una sanidad universal y de calidad para todos, en definitiva, y con toda la dignidad, el derecho a la LIBERTAD.
Dese aquí animar a todos para seguir avanzando en este camino tan bonito que es la libertad. Basta ya de retrocesos.