Lídia López Manchón
Concejal del PSPV-PSOE Sant Vicent del Raspeig
El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. Una fecha para homenajear a todas las grandes luchadoras que ha dado la historia, pero también y con mayor razón a las que luchan a día de hoy contra este presente oscuro, a todas aquellas que siguen creyendo en valores como la igualdad y la libertad. Una fecha para seguir denunciando la situación de desigualdad de la que parte la mujer solo por el mero hecho de serlo.
Las mujeres representamos el 51% de la población, pero aún así el peso de la historia y la tradición es utilizado por este gobierno conservador para reestablecer una sociedad patriarcal, anclada en la desigualdad. No hay más que observar que la crisis se ha hecho servir como la excusa perfecta.
Los recortes sociales que nos han impuesto, cómo única alternativa, dicen, para salir de la crisis, son minas en el camino de avances de las mujeres, que van mermando su papel en la sociedad, marginándoles, provocando su retiro silencioso de la vida profesional y devolviéndoles a casa, a llevar las riendas del hogar y la familia. Todo ello, amparado por una Iglesia que busca hacer renacer el “estado de la caridad”, pero ¿alguien ha visto a un cura sosteniendo pancartas en una manifestación?, ¿con qué apoyos contamos? Sin duda, con nosotras mismas y con mujeres y hombres con una férrea ideología de izquierdas que reconoce que invirtiendo en igualdad la sociedad puede avanzar.
Cuando se recortan servicios públicos como la sanidad, las prestaciones sociales, la dependencia, la educación…, vuelve a aflorar el trabajo invisible, infravalorado, pero imprescindible, que acaba siendo asumido, una vez más, por las mujeres. El goteo de recortes frena el objetivo de la igualdad entre mujeres y hombres. El resultado de las medidas de austeridad tiene rostro femenino. Pero no es casualidad, es el modelo de sociedad lo que quieren cambiar, lo que subyace es un trasfondo ideológico contra los derechos de las mujeres. Los recortes responden a unos intereses muy concretos, que van más allá de lo puramente económico. Y, sino, ¿a qué viene tocar la ley 2/2010 de salud sexual y reproductiva? La mujer debe tener el derecho a decidir sobre su cuerpo, no un gobierno conservador. Hoy, en España, no era necesaria ninguna modificación de la legislación actual si no es porque responde a un claro objetivo de imponer la moral de la minoría y acabar con la libertad de decidir de las mujeres.
Estamos hartas de tanta política de recortes, que no hacen más que excusarse en la crisis para despojar de derechos a los colectivos más vulnerables. Las formas actuales en que se manifiesta una sociedad patriarcal se resumen en los siguientes aspectos, que invito a reflexionar: –
Falta de independencia económica: por escasez o falta de ingresos debido a trabajos precarios, inestables, a tiempo parcial.
División sexual del trabajo: las mujeres cargan con todo el trabajo no remunerado (doméstico y cuidado de personas).
División sexual del trabajo remunerado: para las mujeres se reservan los puestos de “perfil bajo” o de “perfil asistencial”. Los salarios de las mujeres son más bajos y las mujeres copan la mayoría de los contratos de trabajo a tiempo parcial.
Expectativas del mundo laboral: Los varones deben tener disponibilidad total hacia el trabajo. Nadie espera que las mujeres se superen en el trabajo porque se supone que se deben al hogar.
El “techo de cristal” aún cuando algunas asciendan a altas jerarquías, en general quedan a un paso de los verdaderos puestos de decisión. Las que consiguen pasar ese techo son una minoría.
La sexualidad: Escaso respeto de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, sin libertad de decidir.
La prostitución: que es ejercida mayoritariamente por las mujeres y no sería posible sin una abismal diferencia de poder entre hombre y mujer y la reducción de ésta a objeto sexual.
Violencia de género: Es la expresión de la máxima discriminación y desigualdad, anulando a la mujer.
El amplio glosario de conquistas sociales, en derechos y libertades de las mujeres conseguidos con el gobierno socialista, que apostaba por la igualdad, está siendo dinamitado, y ahora nos reconducen hacia senderos estrechos, sembrados de piedras, que ya conocemos. Ya sólo nos falta una “ley mordaza” que nos impida reivindicar lo que por derecho propio nos pertenece.
Mujeres, tenemos un gobierno conservador y machista que nos guía hacia el retroceso. Despertemos de este mal sueño, luchemos por una sociedad que apueste por la igualdad, por la conciliación de la vida laboral y familiar, que valore de la misma manera a la mujer o al hombre que se queda en casa, que no ponga trabas a la mujer que llegue a puestos de máxima responsabilidad y habremos cambiado el mundo. No nos mostremos dispuestas a consentir retroceder ni un paso más. Tu futuro depende de tí.
Lídia López Manchón