La apuesta del Gobierno municipal de San Vicente por las obras de conservación y mejora de las instalaciones deportivas municipales puede medirse en cifras. Los datos, claros y contundentes, avalan el cumplimiento de los objetivos marcados en 2015 por el alcalde, Jesús Villar, y el concejal de Deportes, José Luis Lorenzo, de priorizar la inversión el mantenimiento de las instalaciones frente a nuevas obras.

Lorenzo explica así esta apuesta: “Cuando accedimos al gobierno municipal nos encontramos unas instalaciones en muy mal estado. Vimos claramente la necesidad de revertir esa situación y comenzamos a incrementar la inversión en adecuar la infraestructura deportiva existente. Lo más vistoso hubiera sido realizar obras nuevas y cortar muchas cintas de inauguración, pero las cosas ahora se hacen de otra forma en el Ayuntamiento. El resultado ya es tangible y estamos cumpliendo nuestro orden de prioridades, que es ir actuando primero sobre las instalaciones más usadas por los vecinos. Estamos satisfechos, pero tenemos muy claro que no vamos a parar. Mantener en perfecto estado y mejorar son palabras claves en el Patronato de Deportes. Y ello sin renunciar a crear nuevas infraestructuras, como el nuevo Pabellón Municipal, ya en tramitación administrativa”.

Los gráficos que acompañan esta información reflejan la evolución del gasto en mantenimiento de las instalaciones gestionadas por el Patronato Municipal de Deportes. Muy significativo ha sido el incremento, un 972%, de la inversión de 573.735 euros realizada en 2017 en relación a la de 2014, con el anterior gobierno municipal, que no llegó  60.000 euros. Solo en medio mes (última quincena de 2017) se ha invertido en mejoras más que en todo el año 2014.

El mantenimiento preventivo que reflejan los gráficos son operaciones enfocadas a prevenir el deterioro de los equipamientos o materiales de la instalación deportiva. Se incluyen en este campo el mantenimiento técnico-legal (necesario de ejecutar por la prescripción de normativas de obligado cumplimiento) y la limpieza (fase primordial, ya que interviene y afecta a aspectos como la salubridad, la conservación de materiales y la propia estética de la instalación). El mantenimiento correctivo consiste en la reparación o reposición de un daño o deficiencia de alguna de las características de los equipamientos o materiales, que ya se ha producido.