El Grupo Operativo de Seguridad Ciudadana recorre más de 200 kilómetros cada turno
Son las tres de la madrugada del jueves, 23 de noviembre, y el jefe del Grupo Operativo de Seguridad Ciudadana escucha a Central ‘cantándole’ por radio los datos de un vehículo sospechoso. Se encuentra en Villamontes, en el coche patrulla, con una compañía de excepción, la concejala de Seguridad Ciudadana, Maribel Martínez, quien ha querido conocer de primera mano cómo es el trabajo de noche de la Policía Local que ella dirige. “Ya sabíamos que es un trabajo duro y puede resultar peligroso, pero me he llevado una grata sorpresa: el servicio funciona como un reloj de precisión”, asegura la regidora.
Efectivamente, el operativo se prepara de forma minuciosa, práctica y profesional. A las 11 en punto de cada noche el jefe reúne a los agentes para repartir los servicios. Les informa si quedan actuaciones pendientes del turno de la tarde, asigna las patrullas (siempre de dos miembros) y los vehículos y organiza los controles, si tocan, de alcohol y drogas. Es un ‘briefing’ abierto, en el que los agentes intervienen. No hay margen para la improvisación. Cada patrulla sale a la calle sabiendo exactamente lo que tiene que hacer y cómo y cuándo debe hacerlo.
El Grupo Operativo de Seguridad Ciudadana está integrado por nueve policías, con una media de edad de 32 años. Uno de ellos se encarga de la Central de Radio y los otros ocho forman cuatro patrullas, tres de seguridad ciudadana y una de atestados. La Central responde con agilidad y precisión a las solicitudes de información de los agentes: una matrícula, un DNI, una dirección…, en apenas unos segundos los programas informáticos replican con exactitud, lo que permite conocer si las personas sospechosas tienen antecedentes o causas judiciales pendientes o si los vehículos están o no en regla.
San Vicente no es una ciudad conflictiva. Por la noche tampoco. El índice de delincuencia está por debajo de la medida y, habitualmente, las actuaciones de los agentes no van más allá de intervenir en alguna pelea por las zonas de copas o en robos en viviendas, sobre todo en las urbanizaciones dispersas por todo el término municipal. Más frecuentes son las actuaciones de control de ruidos ocasionados por las fiestas en viviendas que organizan los estudiantes. “Esta madrugada no hay fiestas; están de exámenes”, asegura el mando policial.
Mientras patrulla por el diseminado del término municipal, el jefe del Grupo asegura a la concejala que los robos han disminuido en los últimos meses, “pero no hay que bajar la guardia”. El Grupo Operativo recorre cada noche más de 200 kilómetros, de norte a sur del término municipal, las urbanizaciones y el diseminado. Esta madrugada, la concejala ha acompañado al jefe por Los Girasoles, Sol y Luz, El Tubo, Los Manchegos, Santa Isabel, Cementerio, Villamontes, Bonanova, Torregroses, Holandeses, Polígono Canastell, Boqueres y El Sabinar, entre otras zonas.
Ha sido una madrugada tranquila. Un par de identificaciones de personas, consulta a la Central de algunos vehículos sospechosos y un servicio para atender a una persona mayor que precisaba ayuda médica urgente. Servicios como este último son muy frecuentes. La mayoría de las actuaciones de la Policía Local no trascienden en los medios de comunicación y son de carácter humanitario, ayudando a personas que están mal, que necesitan ayuda, que les requieren porque saben que ahí están. Siempre están.