San Vicente del Raspeig contará en los próximos días con su presupuesto para el 2017. Son varias las líneas básicas del mismo: la contención de la presión fiscal, con una rebaja del 5% de la tasa de basura y congelación del resto de impuestos, tasas y precios públicos; mantenimiento de un alto nivel de prestaciones y servicios, con incrementos en el gasto de todas las áreas; reducción de la deuda viva al 12% del presupuesto a final de 2017, manteniendo saneadas las cuentas públicas; y un espectacular aumento de las inversiones, con una partida que asciende a 4,7 millones de euros, cifra que supera con creces la de años anteriores.

Hablar de inversiones no es hablar de gastos, muy al contrario. Una inversión no es un recurso a fondo perdido, sino un recurso que revierte en la sociedad con una rentabilidad en forma de empleo, riqueza, desarrollo tecnológico, bienes y servicios puestos a disposición de la ciudadanía.

El bienestar derivado de una inversión genera un retorno a la sociedad desde el primer euro invertido.

Las inversiones públicas juegan un importante papel redistributivo y dinamizador. Son impulsoras de crecimiento, con un efecto multiplicador en la economía, contribuyen a fortalecer el bienestar de la población a medio y largo plazo, generan un crecimiento sostenible y estimulan la actividad económica. Las inversiones son indicadores de la calidad de vida de la población, porque crean espacios públicos para el uso y disfrute de todos, frente a la oferta privada, restringida a aquellos ciudadanos que la pueden pagar.

Por todo ello, contar con una partida de inversiones que asciende a 4,7 millones de euros, lo que supone un incremento del 358% con respecto al año que finaliza, debe ser un motivo de satisfacción para todos los vecinos y las vecinas de San Vicente del Raspeig. Y lo es también porque éstas, no son unas inversiones cualquiera, sino el resultado de la consulta a la ciudadanía mediante el proceso de presupuestos participativos, organizado desde la Concejalía de Participación Ciudadana hace unos meses.

El acento lo hemos puesto en las personas, potenciando políticas basadas en valores. El presupuesto de 2017 redundará en aspectos de índole cultural, como la mejora del auditorio del centro social o adquisición de libros para bibliotecas; en el acceso a una vivienda, con la creación de un parque público de viviendas sociales; en la participación ciudadana, con la rehabilitación del edificio conocido como “de los médicos” para uso de las asociaciones del municipio; en resolver problemas estructurales en infraestructuras deportivas que tanto beneficio proporcionará a la población, especialmente entre los más pequeños, con el proyecto del nuevo pabellón, el centro del agua o la mejora de las pistas e instalaciones ya existentes, entre otros.

Puedo decir con satisfacción, que todo ello es el resultado de un concienzudo trabajo de análisis y diagnóstico, de las necesidades y demandas de nuestro municipio. Hemos sido capaces de escapar de la tendencia megalómana de tiempos pasados. Muy al contrario, hemos recogido las necesidades, problemáticas y anhelos de los sanvicenteros y de las sanvicenteras porque, sin lugar a dudas, el presupuesto del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig para 2017 pasará a la historia, como el presupuesto hecho a la medida de las personas.