Con una ejecución de obra por valor de 120.000 euros, el cambio de parqué del Pabellón Municipal Ginés Alenda, es la mayor inversión realizada en esta instalación en sus 30 años de historia.
Madera maciza de haya de 22 milímetros a doble tablilla, desarrollada en Dinamarca, ha sido el suelo deportivo escogido por los técnicos municipales de Arquitectura y Deportes para el cambio de parqué del Pabellón Municipal Ginés Alenda. Mediante el moderno sistema BLUBAT de Junckers, la madera posee una leve deformación elástica vertical, sistema que se instala en los mejores pabellones multifuncionales. Esto hará que los deportistas tengan una mayor sensación de amortiguación cuando ejerzan presión sobre la madera.
La retirada de elementos de la pista comenzó el pasado 31 de octubre, pero ha sido esta semana cuando se han intensificado los trabajos con la retirada completa del antiguo parqué y el comienzo del hormigonado del perímetro. Una vez fragüe el hormigón del perímetro, se procederá a la minuciosa colocación de las tablas, quedando una superficie de madera de 45×23 metros.
El concejal de Deportes, José Luis Lorenzo, centra toda la importancia de esta obra en la calidad de la madera. “Se retira un parqué exprimido deportivamente y se coloca uno nuevo de alta calidad para los próximos 30 años”. El edil explica que la peculiaridad de San Vicente del Raspeig es el deporte local de hockey patines por lo que “requeríamos una madera multifuncional resistente al desgaste” garantía que ofrece el nuevo parqué que ha sido fabricado siguiendo la tradición artesana danesa.
La concejala de Urbanismo, Mariló Jordá, explica que “esta era una de las carencias en materia de deportes que se debía subsanar. Desde Urbanismo apostamos por invertir en instalaciones deportivas para dar respuesta a las demandas ciudadanas en esta materia”.
Una de las curiosidades que ha dejado al descubierto la retirada del parqué de 1986 es la antigua pista polideportiva de hormigón que se utilizaba antes de la construcción del pabellón. En ella se pueden apreciar todavía las líneas de marcaje de varios deportes que se practicaban en ella en los años 70 y 80 como el fútbol sala, baloncesto o hockey patines.