El balcón de la fachada del Ayuntamiento de San Vicente luce desde la mañana de hoy un cartel con un gran lazo dorado, como reconocimiento a los niños y adolescentes que padecen cáncer. Una enfermedad que precisa del apoyo no solo de la familia, sino de toda la sociedad que ha de estar al lado de estos pequeños valientes que desde su más temprana edad luchan contra el cáncer.
La corporación municipal sanvicentera se suma a la iniciativa del lazo dorado, que representa a los pacientes de cáncer más jóvenes del mundo.
Aspanion, la Asociación de Padres de Niños con Cáncer, explica que el dorado representa el color de la esperanza, que se transforma en un símbolo que permite fortalecer su visibilidad e incidencia social. Hay casos de bebés de menos de un año a los que se les diagnostica esta enfermedad. El cáncer en la edad pediátrica es una afección rara, pero que constituye la segunda causa de mortalidad infantil, sólo superada por los accidentes.
Las familias quieren reforzar la evidencia de que estos niños deben tener unas expectativas de futuro iguales a las de los demás, considerando la enfermedad como un paréntesis en sus vidas que les obliga a suspender temporalmente sus actividades, pero que ello no va a interferir en su desarrollo personal, intelectual ni social.