Falleció hace unos meses en San Vicente del Raspeig, donde vivió los últimos años de su vida con su inseparable bicicleta. Era un vecino más que siempre contó con el cariño de la gente.

La de Constantino Grau es una de esas historias de altos y bajos, de cómo la vida es caprichosa y te reserva lugares que difícilmente imaginas ocupar algún día. Nacido en 1949, conoció el sabor de la fama, el éxito y el dinero, en la década de los 70,  cuando su carrera futbolística estaba en auge. Militó en el Hércules de Alicante en las temporadas 1972/73 y 1973/74, formando parte del equipo que ascendió a Primera División.20160911_110524

Una vez se difuminó la fama y el balón dejó de rodar, la vida de Grau dio un giro de 180 grados. Vivió de la solidaridad de los vecinos de San Vicente, donde decidió establecerse durante los últimos 15 años de su vida, y siempre se le veía acompañado de su inseparable bicicleta, un vehículo especial que no pasaba desapercibido.

La muerte le sorprendió a los 67 años y la noticia conmocionó a los vecinos de San Vicente y los aficionados del Hércules que no tardaron en organizar un partido homenaje en su memoria, entre los equipos de Veteranos del Hércules y el equipo local CD Iraklis, disputado el pasado domingo en el Estadio Municipal de San Vicente.

20160911_125150“Nos hemos querido sumar a este homenaje”, ha explicado el concejal de Deportes, José Luis Lorenzo, “también para reconocer a las personas que ayudaron a Grau desinteresadamente, Juan Rodríguez y José Julián Delgado, que fueron su familia en vida, así como a todos los vecinos que en algún momento le mostraron su solidaridad.”

El alcalde de San Vicente, Jesús Villar, también ha querido tener unas palabras de recuerdo para un sanvicentero “de adopción y de corazón”. “Era una persona entrañable con la que resultaba muy agradable conversar. Me quedo con unas palabras suyas en una entrevista, cuando dijo que a pesar de todo era feliz.”