Un PSOE regenerado ofrece una política sin confrontar y para las personas
Veinte años después, los socialistas volvían a arrancar un curso político al frente de la Generalitat Valenciana y de los principales ayuntamientos de la provincia. Y eso se notó en la cena celebrada en las antiguas cocheras de tranvías que sirvió para que el PSOE diera el simbólico pistoletazo de salida a un nuevo ejercicio que, a su vez, estará marcado por las elecciones generales previstas para finales de año. El regreso al poder autonómico y municipal tras una larga travesía por el desierto marcó un acto que reunió a unas 2.000 personas y que tuvo al presidente de la Generalitat como protagonista destacado.
El dirigente castellonense levantó a los socialistas de sus asientos nada más poner pie en el parque. En su intervención recordó sin citarlo aquel 24 de mayo, una fecha histórica que permitió al PSOE volver a la primera línea de la política. <<Es una noche para dar las gracias>>, fueron las primeras palabras de Puig desde el estrado. Durante su alocución el jefe del Consell volvió a denunciar la infrafinanciación que sufre la Comunidad -<<ya está bien de humillar al pueblo valenciano>>- y pidió unidad para que Pedro Sánchez devuelva al PSOE a la Moncloa cuatro años después. Y es que las elecciones, pasadas y futuras, estuvieron muy presentes en una noche de emociones. <<No está fácil, pero necesitamos que Pedro Sánchez sea el presidente del Gobierno para que haya pensiones para todos y para siempre, para que se financie correctamente la comunidad y para que el trabajo no sea una mercancía>>, sostuvo el dirigente, quien también tuvo un recuerdo para los populares: <<El PP no busca la centralidad, desea ganar los votos de la extrema derecha>>. Puig, por último, criticó la política del PP sobre el agua y los trasvases: <<Quien más grita no tiene que tener siempre la razón. Nosotros vamos a exigir que se cumpla lo pactado>>.
Antes de tomar la palabra Ximo Puig, el turno fue para el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, quien también recordó las dificultades para alcanzar el poder en la capital de la provincia, <<Hoy es fácil estar aquí, pero el año pasado no lo era tanto>>, que repasó la actualidad de la ciudad de una manera somera. Transmitió tranquilidad a toda aquella empresa que quiera hacer <<negocio>> en Alicante y recalcó la solidez del ejecutivo local, asegurando que no es un <<tripartito>> sino un <<gobierno compartido>>. Además destacó que <<El Ayuntamiento era la zona cero. El reto no es hacerlo mejor que los que estaban, sino estar a la altura de las expectativas>>.
Antes de Puig y Echávarri tomaron la palabra con mayor brevedad el secretario general del PSPV en la provincia, David Cerdán -que tuvo un recuerdo para Leopoldo López, el opositor venezolano condenado a 13 años de prisión-; la alcaldesa de Gandía, Diana Morant, el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, y Nora Taj, de las Juventudes socialistas de la Vega Baja.
Al margen de los cientos de socialistas de a pie que se dieron cita en el parque, estuvieron dirigentes socialistas como Carmen Montón, Carlos González, Julián López, Milla, Ciprià Ciscar, Miguel Soler, Alfred Boix, Herick Campos, josefina Bueno, José Chulvi o Jesús Villar, alcalde de San Vicente del Raspeig, entre otros. Pocos quisieron perderse el ilusionante arranque del curso político.